3/21/2006

El Halcon


Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasado unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía que le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.



El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar. Al día siguiente, el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.

A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, "Traedme al autor de este milagro."
Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó: "¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?".
Intimidado, el campesino le dijo al rey, "Fue fácil, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar."



¿Sabes que tienes alas ? ¿Sabes que puedes volar? ¿A qué te estás aferrando?

¿De qué no te puedes soltar? No puedes descubrir nuevos mares a menos que tengas el coraje para volar.

Vivimos dentro de una zona de comodidad, allí viven nuestros temores, nuestros valores y nuestras limitaciones.

En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia, y por lo general creemos que es nuestro único lugar y modo de vivir.

Tenemos sueños, queremos resultados, pero no estamos dispuestos a correr riesgos, nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible y aprendemos a vivir desde la resignación.

3/04/2006

El caballo


Un campesino, que luchaba contra muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado.
El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.

El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado.

Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificaseal animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo.
Y así se hizo.


Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y seiba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo ir subiendo.


Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino que, al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente...

¡CONSIGUIÓ SALIR!

Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre tí la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia.
No aceptes la tierra que tiraronsobre ti, sacúdela y sube sobre ella.
Y cuanto más tiraren, más irás subiendo, subiendo, subiendo...Sonriendo, sonriendo, sonriendo
...


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